Por: Bienvenido Corcho Tavío

El taburete es un mueble, como una silla rústica que todavía se usa en muchos hogares cubanos, sobre todo en las zonas rurales, dada su fortaleza y por la facilidad de su construcción.

Con muy poca madera y unos pedazos de cuero de chivo, o de bovino  se pueden construir y son muy prácticos. Recuerdo que los carpinteros tenían su estilo propio con algunos elementos torneados, pero lo que si debía estar bien fuertemente encolados son los travesaños en la parte inferior con que se cierra el cuadro. Había carpinteros que tenían fama de hacer buenos taburetes y recibían muchos encargos. Los cueros suavizados y limpios se escogían en combinaciones de colores de modo que hicieran juego para una mesa o para la sala de la casa.

A veces se deterioraban las asentaderas; cuando llevaban mucho tiempo de uso se les abría un hueco en el centro, algo muy desagradable a la vista de los visitantes, pero en las casa pobres era común seguir usándolos. Y cuando se aflojaban los ensambles de la madera entonces la reparación incluía el desarme y volverlos a entarugar y encolar. La calidad de este último trabajo dependía de la eficacia de la cola y los tarugos usados. El ensamble con puntillas era completamente ineficaz, solo podía resolver por muy poco tiempo.

Desde la época colonial, el taburete se usa en Cuba, incluso se pueden ver hoy con estilos y formas que le aportan estética, no solo a los hogares, sino en restaurantes y centros de recreación.