Es un problema grave en el pueblo, realmente una ironia
El Tanque de Mataguá, una ironía del destino
Por: Bienvenido Corcho Tavío
El tanque del acueducto de Mataguá es una ironía el destino. Enclavado en una pequeña elevación es bien visible desde la carretera principal y desde otros puntos del poblado, y cualquier visitante pudiera pensar que es el suministrador de agua del pueblo pero… nada tan lejos de la verdad.
Mataguá desde sus inicios siempre tuvo problemas con el agua, solo dos o tres pozos en el poblado suministraban del líquido a los vecinos. Por razones no estudiadas aún, el manto freático de toda esa zona no es fácil de alcanzar. Incluso en el pasado los trenes transportaban agua para abastecer a la comunidad.
La idea de un acueducto siempre fue el sueño para una mejoría en el nivel de vida de los vecinos por eso cuando a inicios de los años 70 del pasado siglo Fidel Castro visitó el poblado, la gente le planteó la situación del agua. Ese mismo año comenzaron las labores de fundición. Se trabajó día y noche en medio de la alegría popular, de eso soy testigo. Tal vez fuera el propio año 70, o el 71, no puedo precisar bien. Pero cuando todo estuvo a punto y se terminó el tendido del acueducto desde la estación de bombeo de Zapatero, ahí comenzaron los problemas.
Según escuché decir, la válvula de entrada (cheque) era de fabricación japonesa y no se adaptó nunca a las condiciones del bombeo. Luego se hicieron intentos con otras soluciones de válvulas y no dieron resultado, varios intentos de llenarlo manualmente con una entrada superior tampoco han dado los resultados esperados. Conclusión: el agua del acueducto sigue siendo el principal dolor de cabeza de Mataguá.
La solución que más tiempo lleva practicándose es el bombeo directo desde la estación de Zapatero. Pero esto acarrea otros problemas hasta ahora insolubles. Ahora el pueblo está dividido por sectores o barrios para la entrega rotativa del líquido (téngase en cuenta que Mataguá ha crecido mucho desde la construcción del tanque) y son frecuentes las roturas en la conductora o en la turbina de la propia estación de bombeo. Las afectaciones por estas causas pueden demorar días y semanas, entonces comenzamos a sufrir el acarreo en cubos, pipas y cualquier medio posible. Entonces se viven días de tensión.
Siendo el tanque una construcción emblemática del poblado y bien visible por su ubicación, nunca ha podido usarse como se planeó, es como puede decirse, una ironía del destino.